egún las investigaciones, la web estaba ubicada en un servidor de Arizona (EEUU) cuya dirección IP tenía un iframe oculto que redirigía a otra dirección, en este caso de un cliente de Barcelona de una operadora española. Era en esta última IP donde se encontraban e intercambiaban supuestamente las imágenes pedófilas. De hecho, la operación se ha centrado en identificar a los cibernautas que participaban en este trueque de vídeos y fotos ya que los comentarios sobre el sexo con menores que aparecían por millares en los foros no constituyen delito, como destacaron a este diario varias fuentes. “La apología de la pedofilia no está tipificada aún en España”, se lamentaba una de ellas.
Colaboración ciudadana
La Fundación Alia2 y un joven hacker’ alertaron a la policía de su existencia
La operación ha sido posible gracias a numerosas denuncias de ciudadanos que alertaron en los últimos meses a los diferentes cuerpos policiales denuncias de la impunidad que mostraba la web ahora clausurada. De hecho, Guardia Civil y Mossos iniciaron investigaciones independientes dirigidas por sendos juzgados de Madrid y Barcelona que finalmente confluyeron en el de la capital catalana. Una de esas denuncias fue presentada por la Fundación Alia2, cuyo confundador, Miguel Comín, aseguraba a este diario que, cuando descubrieron su existencia, hace siete meses, “no era una página nueva, ni mucho menos. Tenía muchos socios y había comentarios diarios todos los días”.
Su denuncia no fue la única. En agosto, Edgar Carrillo, an0de, un joven hacker de 21 años residente en Sant Quirze del Vallès (Barcelona), descubrió también la doble cara de la web. “Encontré gigas y gigas de fotos y vídeos… Fue realmente repugnante. Se me revolvió el estómago”, aseguró a este diario.